El altillo

Cuando le preguntó, sólo pidió una cosa: un altillo. Un altillo para contemplar desde las alturas su sueño hecho realidad. El sueño de él.
Ahora, con los suyos propios hechos trizas, llora en silencio por aquel lugar de negro cristal que sólo podrá observar desde abajo y recordar que un día, aunque sólo fuera sobre un papel, aquel adorable rincón le perteneció.

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