Definitivamente, quizás.

Encendió un cigarro con aire pensativo. No fumaba, pero en esos momentos lo necesitaba. Al menos creía que lo necesitaba. No sabía por qué, quizás quería sentir el sabor de la nicotina en su boca. O quizás no. Quizás porque había vuelto. Quizás. Siempre quizás.
Los cigarrillos le traían recuerdos de meses pasados, de algo que sólo ella sabía porque todo comenzó unido.
Sin embargo ese día, observó en silencio cómo se consumía el cigarro sin haberle dado apenas una calada. Pronto la ceniza fue lo único que quedó de lo que había sido.
Con los restos de su cigarro entre los dedos constató cómo todo se había convertido en cenizas, como el cigarro.
Quizás la vida fuera como un cigarro. Se consume igual, simplemente tienes que darle caladas para disfrutarlo.
Definitivamente, quizás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario