Rozando el absurdo

Muchas veces pensamos que las heridas deben cicatrizar para curarse. Yo al menos lo pienso así. Es imposible que un arañazo, un rasguño, una llaga o una ofensa, aflicción o abatimiento sanen únicamente porque cerremos los ojos y miremos hacia otro lado pensando que nunca pasó. Roza el absurdo.
Determinada modulación ofrece matices que creíamos olvidados, cicatrizados, pero al oír una carcajada te das cuenta que nada de eso es cierto. Has rozado el absurdo entonces.
Y eso pasa con un sonido, un estilo o con, simplemente, la existencia.

No hay nada curado ni cicatrizado. Has rozado el absurdo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario