Ingenuidad

Pensaba que todo lo sabía, que hasta la propia existencia tendría a su alcance en el momento que se lo propusiera. No le hacían falta lecciones, ni libros, ni sabios consejos. Se bastaba.
Ya iban un par. Dos veces en las que sus propias ideas se tambalearon. Y fue cuando se dio cuenta de que realmente sólo había intuído la existencia de un lado oscuro que ahora empezaba a conocer. Pobre ingenuidad la suya.

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