Madurez

Cuando se dio cuenta tenía a sus espaldas un pasado de trayectoria considerable. Los días habían transcurrido con aparente normalidad sin preguntarle si quería que formaran meses, semanas, años... Así que estos habían sucedido sin inmutarse ante su presencia.
En aquellos momentos se dio cuenta de que ningún aspecto de su vida era como ella lo había pensado, planificado y proyectado años atrás cuando todavía el futuro se construía a base de sueños de infancia, cuando todo lo que quería estaba a su alcance porque tenía todo el tiempo del mundo por delante para lograrlo, cuando las historias nunca acababan porque siempre estaban construyéndose. Cuando la vida parecía tan perfecta que nunca fallaba nada.
Lo que nunca vio en aquellos sueños es que no todo, al fin y al cabo, es como una viva mirada infantil muestra en ese gran universo que es la infancia. Sin embargo, y a pesar de que nada era como tenía pensado, se resistió a darle la espalda a aquella inocencia infantil a la que acudiría para ser consciente de que la vida depende de los sueños que cada uno construye cuando está despierto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario