Momentos

Condujo su automóvil hasta aquella vetusta calle que cada vez le resultaba más conocida. No aparcó lejos de su destino,pero tardó en quitar la llave del contacto, la música sonaba a través de los altavoces. "Y con tanto y con tan poco se hizo grande la ilusión. Se acercaron las distancias, dejamos clara la intención de ser todo lo que somos, los dos en uno y uno en dos".

Subió pesadamente las escaleras, escalón tras escalón, con tranquilidad pero con nerviosismo de volver a verle. Hablaron después de días sin verse. No había olvidado aquel sonriente rostro en ninguno de los días que habían estado separados. Era imposible olvidarlo. Eran, como rezaba la canción, dos en uno y uno en dos. Y cuando llegó ese momento, un tierno abrazo dejó al descubierto aquello que los unía. No era necesario aquel gesto, sin embargo, no siempre las palabras salen por la boca.

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