Feliz cumpleaños

"Si tienes diez minutos, ponlo", rezaba un papel sobre un regalo impecablemente envuelto. Era muy cuadrado y fino. Y también era la última sorpresa que le esperaba. Ella, nerviosa. Él, expectante por lo que tenía entre las manos. Pasaba la una de la mañana, en realidad ya se había pasado el día de su cumpleaños pero ella todavía no había tenido opción a darle sus regalos.
Él, tras leer la nota, rompió el papel y vio la caja de un disco. Sin pensárselo, lo introdujo en el lector y sólo una exquisita música escogida para la ocasión se escuchaba. Al finalizar justo diez minutos después como decía el papel, él se giró y con voz entrecortada y mirada brillante le dijo 'para ti no tengo diez minutos, tengo toda la vida'.
Entonces ella miró al suelo.

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